30 ene 2009

Pablo milanes: El amor no se refleja como ayer.

publicado en el semanario El correo Canadiense de Toronto en febrero 23 del 2009 y en la revista de arte y literatura Caña Santa

Si años atrás alguna publicación hubiese divulgado una Entrevista de Pablo Milanes como lo ha hecho hace un par de semanas la revista de arte y literatura latinoamericana Caña Santa lo primero, primero (después de reírnos, claro) que hubiéramos leído serian las “aclaraciones” del artista jurando que en ningún momento había hablado de esa manera y que por lo tanto “alguien”(la prensa capitalista y desestabilizadora) había manipulado las respuestas. Por suerte hoy este no es el caso y además de, realmente no creer en la relevancia de todo lo dicho en ella, que nuestro querido Pabilito (modo en que lo identificábamos aquellos que soñábamos en sus canciones con tiempos mejores) a estas alturas nos venga con que el mundo no necesita de dictadores, de su visión “nuevísima” sobre dirigentes pasados de moda o hasta de su añoranza por una cuba a la que indudablemente regresará en poco tiempo -no obstante a sus criterios- me deja tan desconcertado e incoherente como la misma entrevista donde esperaba encontrar de todo menos esto.Bajo los efectos súper-seductores del reencuentro con Pablo muchos podemos caer en ese vacío despiadado que convoca a los cubanos a ponernos del lado de los que dicen (aunque sea a destiempo) “lo que no se puede en la isla” inclusive estando, ese quien lo dice, en la otra orilla y que además tenga el supuesto lujo- como Pablo lo ha tenido en los pasados 25 años- de abordar la nostalgia por una separación que no sobrepasa (según sus declaraciones) 30 días lejos de su tierra -nostalgia isleña, le dice- pero que colisiona con la realidad de aquellos que, tan artista como él o no, han tenido que abandonar su país por decir o expresar lo que piensan, y en la mayoría de los casos, siendo los escritos o declaraciones, considerablemente más cimentadas o benevolentes que las del “suertudo”. Él, Pablo, puede decir “ahora” lo que cree sin que ello le afecte su entrada a cuba o el poder cantar en la tribuna de los “revolucionarios definidos”, sospechosamente eso hoy no le afecta como le afectó en sus (más de) 45 minutos de fama el llegar, o poder, inventarse una fundación bajo su nombre en cuba que un día, por motivos misteriosos y sin muchas explicaciones, el sistema (económico, me imagino) le borro del mapa geográfico, ¿o no fue así? A lo mejor y desde ese entonces cambió su manera de pensar pero igual nunca hubo declaraciones de su parte ( el que calla otorga), optó por el mismo escudo infranqueable de los isleños al tener que interactuar con esa compleja realidad y falta de pluralidad informativa que se cimienta en el rumor callejero: “el aguantar callado y quedarse tranquilo” por eso, pocos se enteraron (mejor para él) así aparecía y desaparecía, como también muy pocos se podrán enterar ahora en cuba de la confusión trascendental de Pablito al definir el exilio cubano como “económico” perdonando de alguna manera el calificativo que creó todo ese desbarajuste y división en cuba: la política, o aún más (y a lo mejor esto hasta inspirado en Obama) el hablar de la falta de una “verdadera” oportunidad y poder para con los negros de cuba, poniéndome -después de la ira- a pensar si realmente yo nací en la isla donde - sin tener que entrar en racismo filosófico- los negros, mulatos, chinos, mestizos o blancos son del mismo bando, pero es la definición de lo verdadero lo que no llega a esclarecernos un Pablo que parece mas agonizando que oportunista momentáneo ( muy fuerte a estas alturas), en resumidas también nos habla de dirigentes de más de 75 años listos para el retiro que lidian, aunque no lo diga, con artistas jóvenes y de más de "66" años que se comprometan a comportarse tranquilitos y que vayan para donde “la ola” los lleve mientras son premiados con el beneplácito gubernamental de entrar, salir, cantar o hasta hablar alguna que otra “bobería no tan dolorosa” de la verdad en la isla, verdad a la que él nunca tuvo la osadía de encarar. Si, es verdad pablo, todas esas cosas hace mucho tiempo se saben de cuba y no hacia falta una eternidad para decirlas, seguidores vas a tener, digas o no, lo que hace mucho diez millones de cubanos quisieron decir pero que se alegran de escucharlo en otras bocas, a decir verdad si la vida valiera algo seria mejor valorizarla por la lírica de tus canciones y no por aquellas declaraciones que nunca hiciste pues si estás en España hoy, no es por economía, es por la política.

A. Valdés

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