11 dic 2008

Tele-Miami


Publicado en el periódico semanal El Correo Canadiense de Toronto en diciembre 21-2008
Les juro que si estuviese en mis manos les cambiaba el nombre a ese tan nombrado proyecto que nos tratan de vender en TLN (tele-latino) como el primer canal en español de Canadá. En una cosa no se equivocan: es el primer canal que transmite 100% en español para una creciente comunidad latina en un país donde hasta ahora solo se había logrado compartir la programación en italiano e ingles a través de la señal de un canal común: TLN. Ahora, y gracias-me imagino- que a la gran tele audiencia de habla hispana, nos llega TLÑ: tele latino en español y que más bien podríamos llamarle “tele-Miami” un canal hecho por los latinos de los estados unidos y retransmitido para los que estamos en Canadá.
Yo no estoy muy claro del costo de transmisión, derechos y compra de programas cuando estos se trasmiten en otras televisoras que no son la cadena original, pero donde es que está la supuesta diferencia de esta transmisión a lo que ha sido reciclado ya, en algún momento, por la señal de TLN? Yo se del poder de la publicidad pero la manera en que nos están vendiendo el canal me deja perplejo, de hecho nos están diciendo, y dejándonos más que claro que, los latinos, sea cual sea su procedencia, no somos capaces de crear una programación en la cual el punto fuerte sea nuestra realidad, si, nuestra realidad aquí en Canadá independientemente de que la intercalemos con otras noticias del mundo o de nuestros países de origen ( algo de lo cual nunca debemos o podemos desprendernos), para que tantos espacios de la CNN en español de Atlanta si cuando queremos saber de nuestra ciudad hay que cambiar el canal!! Digamos que tele latino en español (TLÑ) podría convertirse en un canto perfecto a la enajenación de nuestra realidad, vamos a estar más al tanto de los sucesos y trivialidades de los estados unidos que de las que realmente nos corresponden pues ya, nos respondemos, que no somos capaces de generar un noticiero o programa alguno con un mínimo de interés para nuestra comunidad si todos esos talentos que nos llegan desde sur América y el caribe andan perdidos en Hellojob.ca cuando alguien les insinuó que no hay futuro en su medio, yo se que muchas de estas situaciones dependen de los patrocinadores o dueños de los canales de TV, yo se que el esparcimiento ( novelas, programas de participación miamenses, buenos o no) son necesarios pero no por ello tenemos que tirar la toalla, para ver Don francisco, Sábado gigante, novelas o Cristina no hay que pagarle a bell, esa técnica, y debido a la falta de opciones en Canadá, ya muchos la conocen que es tener un satélite Direct tv enfocado al sur y “rantamplan” tienes todos los show en horario estelar y sin tanto trabajo.Que es lo que le falta entonces a TLÑ, ¿inversión, Ideas, empuje, o es que a nadie le importa? algún tiempo atrás la programación hispana de TLN no era muy diferente a esto que nos venden ahora con la diferencia de las películas (los eternos rellenos) y eso me da más razón para seguir poniendo en duda unas intenciones que no sabemos hacia donde apuntan, no que si es que se requiere mucho dinero o mucha suerte para arrancar de una vez y por todas con ese ideal de hacer un canal (¡se hace a diario en Latinoamérica con menos recursos!) para esta gran comunidad latina que ha venido a asentarse a un lugar tan lejos de su cultura. La falta de nuestro cotidiano no se debe sustituir con programas que siguen estando tan lejos de nosotros como la misma idiosincrasia que los crea y esto sin entrar en cuestionamientos sobre la calidad de los mismos, si el público la ve es por que les gusta y… por que no les queda otra opción. Noticias, gente, ideas y talento les aseguro es lo que se sobra en Toronto, Montreal, Vancouver o Winnipeg, solo hay que comprometerlo y darle la oportunidad. Yo se que hay mucho del publico que prefiere enajenarse y olvidarse del mundo cuando se sienta frente al TV, yo también, como también me gustaría ver algo con un poco más de seriedad y compromiso en algún momento.

© A. Valdés Delgado. 2008

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